viernes, 4 de enero de 2013

EDITORIAL: Una Iruñea diferente como objetivo

“Oi gure herria zer hintzen eta non hago”… como bien canta Benito Lertxundi, nuestro pueblo es un pueblo de gran historia y grandes historias.

A día de hoy, pocos negarán la existencia de cambios en Euskal Herria, como tampoco negarán los cambios que se están produciendo en Nafarroa. El modelo impuesto durante años por UPN está agotado y conforme se viene abajo, se abren nuevas oportunidades que no debemos desaprovechar para construir otro modelo social basado en la justicia social y en las personas.

Estos últimos años Iruñea ha sido y es el eje de la estrategia reaccionaria de UPN, algo que hemos tenido que sufrir todos y todas las iruindarras. Tener el control de la capital ha sido estratégico para una élite que ha impuesto su rodillo en las últimas décadas. Tras los 12 años de mandato de Barcina, llegó Maya, el alcalde desconocido, a quien le ha correspondido gestionar la miseria dejada por su antecesora, sin olvidar que ambos son gestores de una misma política que ha llevado a la ruina económica a esta ciudad.

A pesar de todo, y afortunadamente, en Iruñea también están cambiando las cosas y cada vez son más los sectores que exigen nuevas formas y modelos de gobierno municipal a aquellos que en la actualidad gobiernan en minoría. Ante esta realidad, el supuesto talante del desconocido Maya (y su gobierno) ha puesto en marcha una mera estrategia de marketing, que en vez de responder a las necesidades reales de la ciudadanía, tiene por objetivo dar otra apariencia a un modelo estéril y agotado.


Lo maquillen como lo maquillen, el nerviosismo de la derecha es más que evidente, y así lo ha demostrado lo sucedido con Cervera en las murallas de Iruñea. Un nerviosismo que ha puesto en marcha una ofensiva reaccionaria y antidemocrática en diversos temas que conforman el modelo de ciudad tales como la no consideración de acuerdos tomados por la mayoría municipal (no destituir a Santamaría del cargo de jefe de la Policía Municipal, lo sucedido con los terrenos de Donapea, no cumplir la ordenanza del euskara...), la actitud ante los desahucios, todos los impedimentos puestos a la plataforma Gora Iruñea!, los sucesos de Sanfermines (Riau-Riau, encierro de la villavesa...) y la actitud de la Policía Municipal.

Frente a esta ofensiva es importante remarcar que todas estas actuaciones se dan por encima de la mayoría municipal y sin tener en cuenta ni la opinión ni la participación vecinal, por lo que los motivos por los que apostar por un nuevo modelo de ciudad son más evidentes que nunca. Llegados a este punto, donde la necesidad de cambio, además de ser necesaria, es demandada mayoritariamente, debemos actuar con responsabilidad. Más que nunca debemos dejar al margen intereses partidistas y llegar a acuerdos precisos, trabajar con flexibilidad y respetar tiempos, además de al mismo tiempo desechar toda actitud ambigua. En el camino de un nuevo modelo de ciudad, debemos actuar con responsabilidad desde el principio para que no suceda un nuevo caso Aranzadi, donde algunas fuerzas políticas (Geroa Bai y PSN) apoyaron la propuesta de UPN. Hoy, menos que nunca, los métodos y objetivos de la derecha no dejan resquicios para un camino intermedio. Hemos perdido una nueva oportunidad con los presupuestos para el año que viene, pero 2013 tiene que servir para empezar a andar en el camino del cambio e ir acordando una propuesta clara y participativa frente al modelo retrógrado de UPN.

La Iruñea que se muestra en diferentes expresiones populares es la que debe marcar las coordenadas de esa alternativa, pues es evidente la fuerza del movimiento popular en diferentes sectores. Al margen de ataques, en los últimos meses Iruñea se ha convertido en epicentro de reivindicaciones, necesidad de alternativas, y núcleo de influencia importante. Los auténticos protagonistas son las reivindicaciones y aportaciones de los diferentes sectores de la ciudadanía y tenemos que asegurar las vías para trabajar en común con todos estos sectores garantizando la participación. Ya que éste es el verdadero motor del cambio.

Frente a esta realidad, los abertzales de izquierdas de Iruñea tenemos que estar preparados tanto para la reflexión como para la acción, ya que esto nos permitirá tanto analizar las claves de otro modelo de ciudad como desarrollar el auzolan necesario para llevarlo a cabo. En esa dirección, iniciamos hace un año el proceso Iruñea Argitzen (Clarificando Iruñea). Actualmente estamos en la última etapa de este proceso de reflexión con lo que no queremos desaprovechar la oportunidad que nos da esta carta para invitaros a participar en la asamblea de ciudad que realizaremos el próximo 19 de enero. La actual oportunidad es histórica y nos exige a los abertzales de izquierdas estar a la altura de las circunstancias, en definitiva, a actuar con suma responsabilidad. Estamos creando el proyecto y la estrategia de la capital de Euskal Herria, con trabajo, ilusión y ganas, y para que este trabajo sea lo más completo y enriquecedor posible, se necesita de las aportaciones de cuantos más mejor porque en el camino de construir Euskal Herria, una de las claves más importantes parte por la de clarificar Iruñea.

Como bien sabemos, el camino se hace al andar, paso a paso, e impulsando las conversaciones y el trabajo colectivo entre las diferentes sensibilidades de los distintos sectores. Debemos llegar a que ese trabajo colectivo se convierta en un contrapoder y un verdadero poder popular. Nos encontramos ante la oportunidad que tanta gente y generaciones hemos soñado, y como bien decimos, las condiciones se están creando sin pausa, en nuestras manos está aprovecharlas.


29 de diciembre de 2012

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